4 hábitos de productividad para hacer a diario

¡Hoy toca post extra! En este caso, no resumo un libro, sino que os comparto 4 trucos de productividad que yo utilizo (y que seguro que he aprendido en libros, jaja) y que me vienen muy bien. ¡Espero que os gusten!

1 Acumula el trabajo a principios de semana

Si eres como yo, el lunes te levantarás con motivación para trabajar, mientras que el viernes me gustaría quedarme más tiempo en la cama y tengo ganas de que llegue el finde.

Si tienes control sobre tu trabajo, lo que yo hago es poner todas las tareas que me resultan más pesadas o me ocupan más tiempo entre el lunes y el miércoles. De esta manera, tendrás a final de semana las cosas más administrativas o las cosas que sean menos urgentes y estresantes. Idealmente, esto te dejará tiempo en esos días para hacer cosas como deporte o cosas que tienes que hacer, pero disfrutas más.

Sé que esto no se puede aplicar a todo el mundo, pero si puedes permitírtelo, cambia la vida. En mi caso, una cosa que me ocupa tiempo y me tengo que preparar son los meetings, así que los que están en mi mano, me gusta ponerlos a principios de semana. Ver mi jueves y viernes libres de ellos me da felicidad, y son días que me tomo más tranquila y sin prisas.

2 Agrupa por tipos de tarea al día

Idealmente, el ser humano está hecho para hacer una tarea a la vez, no varias.

Divide tu trabajo por tipos de tareas: emails / meetings / investigación / escribir / laboratorio / crear / editar... y asigna una a cada día de trabajo. Dependerá mucho de tu tipo de trabajo, por supuesto. El objetivo es no ir cambiando rápidamente de una tarea a otra.

Para tu cerebro es mucho más fácil hacer tareas similares en el mismo día. Si fueses un corredor de bienes raíces, por ejemplo, puedes dividir tus tareas en dos: meetings/enseñar casas y tareas administrativas. Idealmente, hazlas en días distintos. Si eres estudiante, ponte días de avanzar en trabajos que tengas que escribir, y días de estudio fuerte... y así.

3 Si algo tarda menos de 2 minutos en hacerse, hazlo inmediatamente

Esta tontería es una de las cosas que más veo que me hace no dejar nada atrás, junto con escribirlo todo. Cada vez que alguien me viene una tarea nueva: un email, un WhatsApp, me acuerdo de algo... si es rápido, lo hago inmediatamente y lo dejo acabado. Si es algo a lo que le tengo que dedicar tiempo, lo escribo en mi lista de tareas/lo pongo en mi calendario.

Y ya está, es una segunda naturaleza para mí, pero hace que nunca falle en dejar trabajo hecho, prohíbe que se me olvide nada.

4 Planea tu día la noche anterior

Este detalle también le da mucha calma y organización a mi vida. La tarde o noche anterior, o cuando acabe el trabajo del día, miro mi calendario y veo qué meetings tengo mañana, y qué cosas me gustaría dejar hechas, y las dejo ya planeadas.

Así, cuando me voy a dormir ya tengo la imagen de mi día de mañana perfecto en mi cabeza, sé cómo va a salir y qué va a pasar, cuándo tengo tiempo libre y cuándo no. Y cuando me levanto, sé lo que tengo que hacer y no estoy agobiada por olvidarme nada.

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