Cómo avanzar hacia la libertad financiera sin dejar tu trabajo
Mucho se habla en libros, e incluso en esta newsletter, sobre cómo crear tu propio negocio, pero la realidad es que la mayoría de las personas no elige emprender. De hecho, solo el 7% de la población es emprendedora. La gran mayoría somos empleados con trabajos convencionales.
¿Y si disfrutas de tu trabajo? ¿Y si no quieres dejarlo todo? La pregunta clave es: ¿cómo avanzar hacia la libertad financiera sin renunciar a tu empleo ni empezar un negocio?
De eso trata el libro “Wild Courage” de Jenny Wood, ex-ejecutiva de Google e investigadora en la Harvard Business School. Jenny es la fundadora del programa de desarrollo de carrera más grande de Google y ha ayudado a miles de personas a progresar en sus carreras y aumentar sus ingresos. En esta newsletter, exploraremos 9 estrategias de su libro para disfrutar más de tu trabajo, aumentar tus posibilidades de recibir un aumento y, en consecuencia, acercarte a la libertad financiera.
Lecciones y estrategias del libro “Wild Courage”
1. Conviértete en el empleado favorito de tu jefe
Y no, no se trata de ser un pelota. La realidad es que tu jefe es la persona que más influencia tiene en tu crecimiento profesional: seguramente sea el que evalúa tus aumentos, tus ascensos, y el que te asigna proyectos interesantes. Pero no solo eso, la relación con tu jefe afecta a tu bienestar general: tu productividad, tu felicidad, tu motivación… Cuando no le gustas a tu jefe, te sientes frustrado, estresado y ansioso. Si te ha pasado alguna vez, sabes que sientes que no te va a dar un aumento ni a ascender aunque lo merezcas, y toda esa negatividad tiene un impacto brutal en tu salud y bienestar emocional. Por el contrario, si tienes una relación muy buena con tu jefe, te sientes valorado, sientes que tu carrera va muy bien, tienes confianza en ti para pedir aumentos o ascensos, y lo más importante: te sientes feliz en el día a día en el trabajo.
2. Prepara bien tus reuniones 1:1s
Un 1:1 es una conversación privada con tu jefe, que normalmente se tiene de manera regular. Yo, por ejemplo, tengo una semanal. La mayoría de la gente no prepara estas conversaciones, simplemente empiezan a hablar de cómo van sus proyectos. Jenny, sin embargo, recomienda preparar bien tus 1:1s en cuatro categorías distintas:
Proyectos: un par de puntos sobre el estado de tu trabajo.
Logística: avisos sobre vacaciones o cambios en tu horario.
Personas: feedback recibido, ayuda a compañeros, o colaboraciones con otros.
Carrera (cada 4-6 semanas): habilidades en desarrollo y peticiones de ayuda para crecer.
El mensaje de la autora es claro: no basta con hacer bien tu trabajo, también debes asegurarte de que tu jefe lo sepa.
3. El email de los lunes por la mañana
Siguiendo el hilo de darle esa visibilidad a tu jefe sobre lo que estás haciendo, Jenny dice que el peor consejo de carrera que se da es el de “trabaja duro en silencio, y tu trabajo hablará por sí mismo”. Spoiler: no, no lo hace. Es esencial comunicar lo que haces. Tu jefe no te lee la mente y, además, está a otras 100.000 cosas más urgentes e importantes para él. Tienes que ponérselo muy fácil.
Por lo tanto, lo que recomienda Jenny es acordar con tu jefe enviarle un breve email los lunes donde pongas un par de puntos sobre lo que has conseguido en la semana anterior y en lo que te vas a centrar esta semana. Te debería llevar 10 minutos y convertirse en una rutina completamente normal para ambos: tu jefe no debe ni contestar, es solo una información. Debería ser algo así:
“Hola [X], te dejo un update de mi trabajo de la semana pasada y mi foco de la semana que entra:
Destacado de la semana pasada:
Llevo un 70% completado en el proyecto de análisis de mercado, lo tendré listo en un par de días.
Hemos hecho un buen trabajo en los materiales de promoción de la línea Y.
Prioridades de esta semana:
Alinear completamente al departamento artístico y de ventas para estar preparados para el lanzamiento el 1 de diciembre.
Preparar un excel con las 5 métricas que comentamos en nuestro último 1:1 (voy a usar los datos del último cuatrimestre, me dices si quieres otra cosa).
Hablamos más en profundidad en nuestro 1:1. Gracias.”
Es algo muy sencillo y rápido, y no te debería dar ninguna vergüenza: una vez que se lo comentes la primera vez, será simplemente una costumbre. Solo debes explicar que es para darle visibilidad total de lo que estás haciendo regularmente.
4. Usa más “tú” en vez de “yo”
Cuando estés hablando con tu jefe, sea de forma verbal o escrita, intenta acostumbrarte a centrar la conversación en él. Por ejemplo, cambia este mensaje:
“Hola, me encantó el regalo. Me ha gustado mucho dar la charla, porque me encanta ayudar a la gente en lo posible a conseguir sus objetivos. Muchísimas gracias por invitarme.”
Por este otro:
“Hola, muchas gracias por el detalle que me enviaste. Tu equipo es genial, y has hecho que sea muy fácil la colaboración. Aprecio que hayas creado esta oportunidad, deseando que llegue la próxima vez.”
Es una técnica muy sencilla de comunicación que usa la tendencia subconsciente del ser humano de pensar “qué gano yo con esto”. Esto lo veo mucho en mis mentorizados, que son estudiantes de universidad, cuando les ayudo a preparar entrevistas de trabajo. Preparan respuestas como: “Me encantaría entrar en esta empresa porque quiero crecer en este campo para ser mejor profesional”. ¡No! Al entrevistador le da exactamente igual lo que ganes tú. Es mucho mejor algo como: “Me encantaría entrar en esta empresa porque puedo mover X métricas, aumentar los ingresos, hacer las operaciones más rápidas, o los sistemas más efectivos… y me gusta mucho el reto”. Siempre tienes que vender lo que ganan ellos con contratarte/ascenderte, no tú. ¿Cuál es el valor que le das a la empresa para que te contrate, o a tu jefe para que te aumente el sueldo?
5. Comunícate con convicción
La comunicación es una habilidad crítica en el mundo laboral. Hablar con claridad y precisión te da autoridad. Por ejemplo, en lugar de responder así en una reunión, si te preguntaran “¿cuáles son tus mayores retos ahora mismo?”:
“Pues tenemos muchos retos ahora mismo, al ser un equipo nuevo tenemos muchos objetivos que conseguir. Tenemos mucho que hacer, y claro, tenemos que decidir cuáles son nuestras prioridades y cuáles no, lo que me recuerda, por cierto, que las herramientas con las que estamos trabajando están repartidas por todas partes, tenemos algunas cosas en excel, otras en Google Sheets… que además me hace pensar que tenemos muchas cosas que gestionar en nuestra organización global, porque claro, tenemos equipos en Europa, en EEUU, en Asia… tanta gente alrededor del mundo que hace que sea difícil alinearse, pero claro, tenemos que estar alineados… bla, bla, bla”
¡Suena terrible! Es un gran lío de palabras, nada claro. En vez de eso, puedes pararte a pensar un poco (diciendo “déjame pensar”) y responder:
“Los retos más grandes que enfrenta mi equipo ahora mismo son prioridades, herramientas, y alineación global.
Prioridades: al ser un equipo nuevo, tenemos que distinguir lo importante de lo que no.
Herramientas: tenemos trabajo disperso y me gustaría unificar las herramientas que usamos.
Alineación global: al trabajar desde Europa y EEUU tenemos que aprender a trabajar juntos, no los unos contra los otros.”
Esta manera es muchísimo más fácil de seguir y entender. Tendemos a pensar que, si hacemos una pausa antes de responder, la gente va a ponerse nerviosa o vamos a parecer lentos. Es al revés: le estás dando importancia a lo que vas a decir, y vas a parecer más inteligente.
En general, Jenny recomienda usar la siguiente estrategia para concluir análisis en tu trabajo: dar tres opciones, explicar brevemente en qué consiste cada una, cuál recomiendas tú, y por qué.
6. Haz una gran primera diapositiva
Si trabajas en oficina, seguro que tienes que crear presentaciones de vez en cuando. La primera diapositiva es la más importante y tiene que transmitir muy claramente qué estás pidiendo. Debería ser un resumen claro del objetivo de la presentación, y contener:
Objetivo: aumentar los suscriptores de pago un 20%.
Petición: aprobar un gasto de 5.000€ para el programa.
Acción: el plan ha aumentado los suscriptores un 10% en el último cuatrimestre. El siguiente paso es un programa de referidos.
Beneficio: los ingresos del 20% más de suscriptores de pago nos permitirán invertir más.
7. Sé alguien que aporta energía
Tu jefe va a tener seis reuniones seguidas de 1:1 con sus empleados hoy, entre ellos tú. Algunas reuniones las estará deseando, y otras las estará temiendo. ¿Cuál eres tú? Generalmente, lo que separa estos dos grupos es la actitud, y la energía que transmites. No es nunca bueno ser el quejica, el criticón, el que va a estar lamentando de todo y chupando energía. Eso no significa que no puedas tratar problemas, por supuesto, sino de afrontarlos con actitud constructiva.
De hecho, hay estudios sobre cómo las personas que aportan energía en las organizaciones ganan más dinero, más ascensos, y reciben mejor feedback de compañeros y managers.
8. Pide una reunión sobre desarrollo profesional
Más allá de los 1:1 regulares, programa una reunión específica para hablar de tu desarrollo. Comenta que te gustaría tener una reunión de 30-45’ que se llame “Reunión de desarrollo profesional” específicamente.
También comenta la autora como es muy beneficioso tener una relación positiva no solo con tu jefe, sino con el jefe de tu jefe. Normalmente, las decisiones de desarrollo profesional en una empresa no solo dependen de una persona, por lo tanto el jefe de tu jefe va a tener que valorarte también.
9. Trabaja junto a tu jefe para conseguir un ascenso
Siempre quieres empezar todas las preguntas en una conversación de aumento de salario o de ascenso con “qué” o “cómo”:
¿Cómo podríamos trabajar juntos para conseguir un ascenso?
¿Cómo podríamos hacer para tener un aumento en 6 meses?
Nunca con preguntas cerradas que se puedan responder con sí o no. Queremos darle a la otra persona la oportunidad de participar en la conversación, de ser parte de un equipo con un objetivo, y eso se consigue con preguntas abiertas.
Todas estas estrategias y muchas más se encuentran en “Wild Courage” de Jenny Wood. Un libro muy recomendable si quieres avanzar en tu carrera sin necesidad de emprender.