Técnicas estoicas para la felicidad

En la newsletter de hoy veremos las técnicas que comparte William Irvine en su libro “El arte de la buena vida: Un camino hacia la alegría estoica.” Es el libro de septiembre del Club de Lectura de la newsletter.

En el libro, Irvine explora el miedo humano de desperdiciar nuestra vida y defiende que una buena manera de solucionarlo es adquiriendo una filosofía de vida. En su caso, se trata de la filosofía estoica (que me encanta). Utilizando los conocimientos psicológicos y las técnicas prácticas de los estoicos, el autor ofrece una guía para quienes buscan evitar los sentimientos de insatisfacción crónica que sufrimos.

Técnicas estoicas

  • Visualización negativa: la práctica de imaginar lo peor que podía pasar era frecuente en la filosofía estoica. Reflexionar sobre la pérdida de todo lo que amamos hace que nos volvamos más agradecidos por las cosas que tenemos y también nos prepara emocionalmente en caso que sucedan. Piensa cómo todo lo que tienes es un préstamo pasajero que nadie te garantiza que vayas a tener en una hora: tu casa, tu pareja, tus posesiones, ni siquiera tu vida. Parece mórbido, pero en realidad es todo lo contrario. Vivimos demasiado alejados de la muerte y por tanto, nos aterra, ni siquiera queremos imaginarla. Integrarla nos hará disfrutar mucho más el día a día, valorar a las personas que nos acompañan en este momento, y sufrir menos cuando nos pasen cosas malas: la vida es corta.

  • Tricotomía del control: la vida se puede dividir en tres categorías; cosas sobre las que tenemos cierto control, cosas sobre las que tenemos control total y cosas sobre las que no tenemos ningún control. La tranquilidad requiere priorizar las metas y perspectivas sobre las cuales podemos tener un control total, además de tener solo objetivos internos para las cosas sobre las que tenemos cierto control. Por ejemplo, ganar un partido de bádminton no debería ser un objetivo sobre el que se basara nuestra felicidad, porque depende un poco de nosotros, pero también de muchas cosas fuera de nuestro control. Entonces, la solución es tener objetivos internos, como hacerlo lo mejor que podamos, entrenar tantas veces antes, etc.

  • Fatalismo: esta práctica consiste en fingir “creer en el destino”, en el sentido de querer que las cosas sucedan exactamente como esta sucediendo. Desear cambiar la realidad es la fuente de toda insatisfacción e infelicidad. “Ojalá tuviera más dinero”, “ojalá fuera fin de semana”, “ojalá todo salga bien”… pensamientos del estilo inundan nuestra cabeza continuamente dejándonos siempre insatisfechos y asustados. Basta. Es ridículo ahogarnos en preocupaciones sobre escenarios hipotéticos. Integra la filosofía de que todo está saliendo como tiene que salir, que es tu vida, y que de todo puedes aprender y mejorar.

  • Autoprivación: esta técnica consistía en practicar la incomodidad en todos los sentidos, por ejemplo realizando actos voluntarios de pobreza, frío o hambre para endurecernos contra las desgracias que puedan acontecernos. Sé que suena un poco raro, pero tranquilo, no hace falta que duermas en la calle. Por ejemplo, rechazar el alcohol de vez en cuando en ocasiones donde normalmente tomaríamos, o elegir la ensalada saludable en lugar de la carne roja con salsa alguna vez, nos hará practicar una cualidad importante para la serenidad; el autocontrol.

  • Meditación: los estoicos trataban la meditación de manera un poco distinta al budismo, como una autoreflexión. El objetivo no es solo mirar hacia adentro, sino aprender la capacidad de emitir un juicio imparcial y distante sobre uno mismo. Era común en la práctica estoica llevar un diario donde escribían sobre cómo deberían haber reaccionado a los acontecimientos del día de acuerdo con los principios estoicos para la tranquilidad interior.Puedes escribir por la noche, o puedes simplemente pensar en la cama. Pregúntate: “¿Qué ha pasado hoy? ¿Qué errores has cometido que puedes mejorar mañana? ¿Qué has hecho bien?“Meditaciones” del gran estoico y emperador de Roma, Marco Aurelio, es un gran ejemplo y mi libro favorito.

Os dejo el link del libro aquí.

❤️Cómo romantizar el otoño

🍁Una cosa que he aprendido en los últimos años es el concepto de “romantizar tu vida”, en el que entro en profundidad en mi libro. Una parte esencial es la de vivir más en sintonía con las estaciones de la naturaleza. Por eso, ahora que llega el otoño, os comparto algunas ideas fáciles y divertidas para invitarlo a vuestra vida:

  • Iluminación interesante: cuando llega la noche, en vez de encender la luz del techo, enciende algunas más pequeñas, incluyendo velas. Infinitamente más acogedor.

  • Cocina de temporada: introduce en tu dieta comidas como sopas y cremas, platos al horno… e introduce ingredientes como la calabaza y la canela. No hay nada mejor que una crema de calabaza casera para una cena en estos meses.

  • Pijama de calidad: quita del medio tu camiseta del campamento de 2008 y tus pantalones de chándal y compra un pijama elegante y cómodo este otoño. Cambiará tus noches.

  • Películas y series de otoño: cuando quieras ver una película, hazlo bien. Haz palomitas, coge una manta, enciende una vela, y aún más, elige una película adecuada. Harry Potter es un clásico, también Practical Magic y You’ve Got Mail si nunca las habéis visto, cualquiera de vampiros (sí, Crepúsculo también, jeje), y por supuesto, las películas de misterio o de miedo. La serie por excelencia es Gilmore Girls, pero cualquiera de misterio o sobrenatural también es perfecta.

  • Romantiza el trabajo: otoño es también la vuelta al cole y, aunque no estudies, solemos estar motivados después de las vacaciones de verano y con el tiempo más lluvioso apetece menos socializar. Así que aprovecha para comparte una agenda bonita, bolígrafos o rotuladores nuevos, un cuaderno que te encante, o re-decorar un poco tu mesa de trabajo.

  • Taza especial: el otoño es también la época de las bebidas calentitas. Café, té o chocolate caliente son los acompañantes perfectos para cualquier mañana de trabajo o tarde viendo una serie. Si no tienes una taza que te encante en tu casa o trabajo, busca una. Hay monísimas, no cuestan nada, y un detalle así puede darte un extra de felicidad.

  • Aprovecha la naturaleza: la naturaleza está en su mejor época (junto a primavera). Escapa a menudo a la montaña (o al menos, al parque) para ver los árboles en su esplendor dorado, las plantas llenas de subtonos naranjas y rojos, las hojas caídas, las castañas… un paseo por la naturaleza bien abrigados es maravilloso.

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