Belén Fortes

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Las ventajas de seguir una carrear profesional atípica

Dos amigos, Juan y María, inseparables desde pequeños, siempre estaban hablando de sus sueños y ambiciones. Pero, a la hora de empezar a trabajar, eligieron cosas diferentes. Juan eligió el camino tradicional: carrera prestigiosa, empresa grande, ascensos rápidos. En teoría tenía todo: salario alto y estatus. Sin embargo, se sentía insatisfecho y vacío. María, sin embargo, tomó un camino distinto, probando varios empleos, cambiando de proyectos al que le gustara y resonara más con ella, creando sus negocios, y se tomó el tiempo de viajar y hacer voluntariados. La carrera de Jane no era nada predecible y a veces tenía estrés por el dinero, pero sentía una profunda satisfacción y mucha libertad.

Así comienza el libro “The Pathless Path” de Paul Millerd y, como podéis adivinar, trata de las ventajas de seguir un camino no tradicional en tu carrera, un libro muy interesante para los que os sintáis un poco perdidos en vuestro ámbito profesional.

Aprendizajes favoritos

  • Camino tradicional vs. atípico: el tradicional es el que siempre nos han dicho nuestros padres. Saca buenas notas en el colegio para poder entrar en una buena carrera en una buena universidad para poder aplicar a trabajos en grandes empresas y escalar la escalera corporativa. El atípico es una alternativa que abraza la incertidumbre y la incomodidad, una aventura en un mundo que nos dice que nos conformemos con la seguridad.

El camino atípico es confiar en que un futuro incierto no es un problema que resolver.

  • La trampa de la seguridad: muchas veces cambiamos el no disfrutar del trabajo a cambio de seguridad, el tener un trabajo seguro y saber donde estaremos en diez años por no seguir nuestros sueños. Obviamente, si tienes una familia que depende de ti o alguna otra condición, es posible que el camino tradicional sea lo mejor para ti en este momento. Pero para mí y para mucha gente joven, no tiene por qué, y sin embargo es a lo que la inmensa mayoría se atiene por defecto. El camino no tradicional es más difícil, claro, porque tienes que descubrir lo que quieres realmente, y eso no es fácil.

  • La trampa del prestigio: cuando estás en un trabajo prestigioso, es fácil engañarte a ti mismo diciéndote que estás haciendo lo que te gusta, cuando en realidad lo que te gusta es el prestigio social que te da. En el camino atípico normalmente es difícil explicar qué haces exactamente. Simplemente, hay que tener cuidado con no escoger lo más prestigioso solo por el hecho del prestigio, porque no es una buena razón y nos dejará insatisfechos con el tiempo.

  • Encuentra un trabajo significativo: en la vida moderna, vemos el trabajo como algo que hacer a cambio de recibir estatus, dinero y beneficios. Sin embargo, deberíamos buscar un trabajo que fuera significativo para nosotros por lo que es y no por lo que nos da, valorando el significado que trae a nuestras vidas y las propias tareas que hacemos.

  • La trampa del “debería”: esa voz en nuestra cabeza que nos dice “debería hacer esto o aquello” no es una cosa mala siempre, puede ser útil, pero en el caso de la carrera laboral nos puede hacer que no dejemos un trabajo que no nos gusta porque “debería seguir después de tanto tiempo” o “es más seguro”.

  • El ejercicio del miedo: si estás dudando si hacer el cambio, puedes responder a estas preguntas en un cuaderno y ver qué sientes.

    • 1. Define tu pesadilla, lo absolutamente peor que podría pasar si hicieras lo que estás pensando.

    • 2. ¿Qué podrías hacer si eso pasara, qué pasos podrías tomar para solucionarlo, aunque fuera temporalmente?

    • 3. ¿Cuáles serían los beneficios de los escenarios más probables? ¿Qué probabilidad hay de que salga más o menos bien?

    • 4. Si te despidieran de tu trabajo hoy, ¿qué harías para recuperar tu control financiero?

    • 5. ¿Qué estás retrasando hacer porque te da miedo?

    • 6. ¿Qué te está costando -financieramente, emocionalmente, físicamente- retrasar esta acción?

    • 7. ¿A qué estás esperando para hacerlo?

  • El poder de tomarse un tiempo sabático: es verdad que abandonar el trabajo está fuera de las posibilidades de la mayoría. Lo que no está tan fuera de nuestro alcance es cogerse un tiempo sabático (pueden ser dos semanas, un mes), es decir, un tiempo planeado y preparado sin trabajar. Te puede servir para darte cuenta del sufrimiento que te da el trabajo, dejarte tiempo para ser curioso y probar cosas, y simplemente pensar. Quizás cambie tu punto de vista del trabajo. Otra pregunta que te puede servir es: si te coges vacaciones ¿vuelves feliz al trabajo? ¿o con miedo y estrés? Es más normal de lo que debería el volver estresado y triste al trabajo, y es una pena.

  • Probar experimentos: con tantas formas posibles de vivir la vida, parece que para nosotros el típico proceso de trabajar 9-5h, volver y ver la tele, es la única posible. ¿Cómo sería pasar un año viajando por el mundo? ¿Cómo sería crear tu propio negocio? ¿Cómo sería vivir en el bosque? Puedes hacer experimentos que te cuesten muy poco para probar otros modos de vida durante una semana o dos.

  • La ventaja del subempleo: que tu empleo te deje tiempo libre para pensar, probar cosas y vivir es la forma más óptima de gestionar tu tiempo. Los trabajos que te llenan el día entero y no te dejan tiempo para nada son más negativos de lo que podamos creer.

  • Cultiva la curiosidad: en vez de tener miedo del futuro, trabaja el ver las cosas con curiosidad. “Me pregunto cómo será mi vida en cinco años. Qué interesante”.

Os dejo el link del libro aquí.